Hola! Soy Román, o como me llaman mis amigos, Roma; y me apasiona filmar bodas.

Nací en Quilmes, provincia de Buenos Aires, pero siempre sentí que mi lugar en el mundo es… precisamente, mi lugar ES el mundo.

Las imágenes tienen un poder de teletransportación que ningún otro artefacto en este mundo posee. Las imágenes son verdaderamente una máquina del tiempo, capaces de llevarnos a nuestros momentos más felices en cuestión de segundos. Quien haya visto películas como “Cinema Paradiso” o “El gran pez” sabe muy bien a qué me refiero.

Hace ya muchos años, las bodas llegaron a mi vida. Y, casi sin darme cuenta, sentí que esa era mi verdadera pasión: contar historias. Pero no cualquier historia, ESA historia. La historia de un encuentro, la historia del apoyo incondicional en los días soleados y en las tormentas más grises. Esos amigos y esas familias que, como estandartes, siempre estuvieron ahí para que esa película pase de ser un sueño, a ser una realidad interminable y hermosa. Y honestamente no hay mejor manera de guardar esos momentos, que hacerlo en una verdadera PELÍCULA.

Mi estilo videográfico difiere drásticamente de mostrar cronológicamente los eventos que ocurren en un casamiento. Una boda es mucho más que eso. Es un ida y vuelta de miradas, de caricias, abrazos, y, sobre todo, de llantos. Llantos de alegría, de la más pura y movilizante. Una boda es precisamente una PELÍCULA. Es por eso que, desde mis primeros trabajos, opté por darle ese look fílmico, vintage para muchos. Ello lo logramos por la utilización de lentes analógicas conectadas a las cámaras de video más modernas, filmando en 4K y en 5.7K con los vidrios de las décadas del 60 y 70.

Gracias por elegirme, mejor dicho, por ELEGIRNOS; trabajo con un equipo inmejorable, siempre listo para contar TU historia.